La privacidad se ha convertido en una preocupación global. Los usuarios exigen más control sobre su información personal, y los gobiernos están respondiendo con legislaciones estrictas. En este escenario, la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA) ha emergido como una de las regulaciones más relevantes en Estados Unidos.
Aunque está centrada en California, su alcance es global: cualquier empresa que recopile datos de residentes californianos debe cumplirla, sin importar dónde esté ubicada. Y dentro de ese cumplimiento, el manejo y la eliminación segura de datos personales cobra una importancia estratégica.
La CCPA otorga a los consumidores el derecho a saber qué información se recopila, cómo se utiliza y con quién se comparte. También permite solicitar su eliminación y exige a las empresas transparencia, control y responsabilidad.
Esto significa que las organizaciones deben ser capaces de localizar todos los datos relacionados con una persona, entregarlos si se solicita y eliminarlos de forma segura y verificable, aplicando estándares como el NIST 800-88.
La ley abarca una amplia gama de información que puede identificar directa o indirectamente a una persona o su hogar. Entre ellos:
Debido a esta amplitud, la destrucción segura de la información debe abarcar todos los sistemas, plataformas y dispositivos que puedan almacenar estos datos.
El cumplimiento no se limita a tener una política de privacidad visible. La ley exige que las empresas:
El no cumplimiento puede generar sanciones, pero también demandas colectivas por violaciones a la privacidad.
Todo consumidor tiene derecho a solicitar la eliminación de su información personal. Para cumplir con esta solicitud, la empresa debe:
El uso de herramientas y servicios que ofrece Delete Technology, que generan certificados de destrucción, facilita el cumplimiento con auditorías y reduce riesgos legales.
Uno de los mayores desafíos de la CCPA es la eliminación completa en entornos de nube. Muchas veces, los datos quedan replicados en múltiples nodos, respaldos o logs que no son visibles para los equipos de TI.
Por eso, la implementación de una estrategia de borrado seguro en la nube resulta fundamental. Esta estrategia debe incluir:
En caso de no realizarse correctamente, la empresa sigue siendo responsable ante la ley.
Aunque ambas regulaciones buscan proteger los datos personales, existen diferencias clave en su alcance, estructura y nivel de exigencia.
El GDPR aplica a cualquier organización que trate datos de ciudadanos de la Unión Europea, mientras que la CCPA se enfoca en los residentes del estado de California. Sin embargo, ambas regulaciones tienen efecto extraterritorial, es decir, afectan a empresas fuera de sus fronteras.
El GDPR exige consentimiento explícito para el tratamiento de datos, y todo tratamiento debe tener una base legal. En cambio, la CCPA se enfoca más en otorgar al usuario la opción de exclusión (opt-out), especialmente en la venta de datos.
El GDPR cubre datos personales y sensibles (como salud o creencias religiosas), mientras que la CCPA abarca también datos sobre el hogar o dispositivos vinculados, y no hace una distinción tan precisa de categoría especial.
Mientras que el GDPR requiere un enfoque proactivo basado en privacidad por diseño y por defecto, la CCPA es más reactiva, otorgando al consumidor la capacidad de ejercer derechos mediante solicitudes.
Ambas normas, sin embargo, coinciden en un punto esencial: la obligación de eliminar los datos cuando ya no son necesarios, de forma segura y definitiva.
Las empresas que no cumplan con la ley se exponen a:
La mayoría de las sanciones derivan de una mala gestión de las solicitudes de eliminación o de filtraciones por datos mal protegidos o eliminados de forma incorrecta. Esto refuerza la necesidad de implementar procesos de destrucción certificada.
Adaptarse a esta ley requiere una combinación de política, tecnología y cultura organizacional. Algunas acciones clave son:
Cada uno de estos elementos refuerza la postura de cumplimiento y reduce el riesgo de sanciones.
No. Aplica a cualquier empresa que supere los umbrales definidos por la ley, como volumen de ingresos o número de consumidores. Incluso pequeñas empresas tecnológicas pueden estar sujetas a esta regulación.
Sí, pero se recomienda utilizar herramientas certificadas que cumplan con estándares de seguridad, como el NIST 800-88.
Solo si existe una base legal, como una obligación contractual o fiscal. En caso contrario, los datos deben eliminarse.
Sí. La CCPA exige informar al consumidor que su solicitud fue atendida, idealmente con una constancia o acuse generado automáticamente.
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